Cómo adaptar tu consulta para pacientes con movilidad reducida

Los pacientes con movilidad reducida deben tener facilidades para acudir a cualquier consulta, tanto a las relacionadas con el mundo de la estética como a aquellas vinculadas con la fisioterapia, donde constituirán un porcentaje alto de los clientes.

De este modo, la accesibilidad en la consulta es imprescindible y se debe tener en cuenta en todos los espacios, siempre con la idea de que este tipo de pacientes no tengan problemas a la hora de acceder a la clínica, subirse a la camilla, etc.

Las camillas con altura ajustable son de gran ayuda.

En muchas consultas, los pacientes tienen que tumbarse en la camilla y esto supone un problema si la altura de esta es fija. Por ejemplo, las personas en silla de ruedas pueden tener dificultades al transferirse a la camilla, y lo mismo puede ocurrir con aquellos que llevan muletas, padecen problemas en la espalda, etc.

Para este problema existen distintos tipos de camillas disponibles para pacientes con movilidad reducida en la amplia gama que Ecopostural ofrece, ya que se pueden mover gracias a sus ruedas (si escogemos un modelo que las tenga) y la altura se regula para que el paciente se tumbe en ella sin dificultad.

Los espacios deben estar adaptados

A la hora de que la visita a una consulta sea una experiencia cómoda para pacientes con movilidad reducida, no solo hay que tener en cuenta los espacios interiores donde están las camillas, sino también las entradas, los pasillos, etc.

Se debe optar por un diseño inclusivo. Esto significa que las puertas tienen que ser anchas, los pasillos deben permitir que las sillas de ruedas puedan girar en ellos, y el interior de las consultas es mejor que no tenga muchos obstáculos.

Además, algo tan sencillo como colocar unas barandillas en los pasillos o al lado de las puertas puede facilitar en gran medida la accesibilidad a la clínica y marcar una gran diferencia para las personas con movilidad reducida.

Hay que tener cuidado con los escalones

No es raro que se diseñe un espacio adaptado sin tener en cuenta que dos o tres escalones pueden dificultar el traslado de los pacientes, ya que es muy complicado salvarlos con una camilla. Por eso, si en la clínica hay alguna barrera de este tipo, lo mejor es colocar elevadores para camillas, con los cuales estos obstáculos dejan de serlo.

A veces basta con unos cojines para ayudar a estos pacientes

Cuando pensamos en cómo mover a los pacientes con movilidad reducida, siempre nos imaginamos equipos costosos, grúas, etc., pero a veces basta con unos simples cojines.

Como por ejemplo el juego de cojines trapezoidales A4445. Almohadas posturales. (Haz clic en la foto para conocer sus características)

Una vez que el cliente está en la camilla, algunos de nuestros cojines son ideales para poder reposicionarlo o elevarlo. Cada paciente necesita uno específico, pero lo cierto es que los que tienen forma de cuña funcionan muy bien. Los redondos también son muy útiles, pues en este caso incluso permiten que el paciente “ruede» sobre ellos, por lo que es muy sencillo moverlo sin hacer fuerza ni provocarle ningún daño.

Las camillas con barandillas dan confianza a los pacientes

Por otro lado, también es recomendable seleccionar camillas que estén equipadas con barandillas laterales, ya que estas ofrecen una sujeción adicional al paciente, brindándole mayor confianza y seguridad durante el proceso.

Por tanto, la camilla con barandillas, de las que nosotros vendemos algunos modelos, es de gran ayuda, más cuando esta barandilla es abatible y no molesta al colocar al paciente y al levantarlo.

Ya tumbado, el cliente tiene la seguridad de que no se va a caer, incluso aunque haga movimientos bruscos hacia los lados. Estas barandillas suelen servir como punto de apoyo para agarrarse. Son metálicas y muy resistentes, así que gracias a ellas los movimientos laterales son más sencillos.

Gracias a su posición, el propio paciente las puede subir si las necesita, aunque para quitarlas tendrá que acudir un profesional o un acompañante, pues hay que accionar un mecanismo que se sitúa en la parte exterior de la camilla.

El acolchado de las camillas debe ser más grueso

Las camillas suelen llevar unos cm de acolchado, que deben ser más cuando sabemos que vamos a recibir a personas con movilidad reducida.

Es posible que el paciente no cuente con la suficiente fuerza para realizar movimientos de forma fluida, lo que hace crucial proporcionarle una superficie lo suficientemente acolchada. De este modo, se minimiza cualquier riesgo de lesiones o daños durante su movilización.

A su vez, esto hará que la espera les sea más cómoda, ya que en ocasiones tienen que pasar más tiempo en las camillas, pues se puede necesitar la ayuda de un familiar o de otros profesionales con el fin de incorporarlos.

En este sentido, queremos destacar que Ecopostural está comprometido con la comodidad y seguridad de todos los pacientes. Por ello, ofrece una variedad de camillas con tres diferentes grosores de espuma, para satisfacer las necesidades individuales de cada paciente. Ya sea que necesites un acolchado más suave para aquellos pacientes que pueden sentarse con normalidad, un acolchado intermedio para los que requieren un soporte adicional, o un acolchado extra grueso para aquellos con movilidad reducida que necesitan mayor comodidad y protección

Para mejorar la accesibilidad y seguridad de tu consulta, considera la inversión en equipos de alta calidad diseñados específicamente para atender a pacientes con movilidad reducida. En Ecopostural, proporcionamos soluciones a medida para todo tipo de situaciones. Nuestras camillas ajustables en altura y con opciones de barandillas dan seguridad y confianza a los pacientes, mientras que nuestros diferentes grosores de acolchado aseguran un confort máximo.

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